Yo lo Lograré: Un Mensaje de Esperanza,
Fe y Propósito Solidario
Cuando tu alma necesita respirar
Puede que hayas llegado con el corazón cansado, con la mente llena de dudas o con los sueños temblando por dentro.
Aun así, si algo aprendí en el camino es que aquello que creemos y elegimos declarar con seguridad tiene poder.
No es un poder mágico ni inmediato. Es un poder real que se activa cuando caminamos con fe en lo que llevamos dentro.
Por eso, este mensaje nace de mi propia lucha. Nace de noches sin dormir.
De los intentos constantes por levantar un sueño que muchos consideran imposible:
un proyecto solidario con helados artesanales que financien esperanza para los niños con cáncer en St. Jude.
Además, estas tácitas coloridas, llenas de sabor y amor, están pensadas para viajar por el mundo con un solo mensaje:
no te olvides del último ingrediente… el amor.
Un sueño que se enfría, pero no se apaga
Muchas personas me han dicho que no se puede. Que no tengo los recursos, ni los contactos, ni el respaldo de grandes marcas.
Que este sueño está lleno de obstáculos. Y sí, lo está. Sin embargo, también está lleno de algo más fuerte: fe.
Porque este sueño no es solo mío. También es de todos los que necesitan saber que aún vale la pena luchar. Incluso en los días difíciles.
Fe, incluso cuando faltan las fuerzas
Tal vez hoy te sentís como yo me sentí muchas veces: solo, abrumado, sin fuerzas. Justamente por eso este blog también es para vos.
Mientras te hablo, también me hablo a mí. Mientras escribo, renuevo mi esperanza.
Este mensaje está aquí para recordarnos algo importante: la fe no es una sensación, es una decisión diaria.
Los sueños grandes necesitan corazones que se animen a seguir. A veces, el milagro llega en forma de un paso pequeño.
Y si llegaste hasta acá, eso significa que ya diste ese primer paso.
Una historia que también es tuya
Este blog está escrito para personas reales. Para vos. Para mí. Para quienes desean volver a creer.
También para quienes han caído y aún así siguen buscando una razón para levantarse.
Además, hay personas que, sin saberlo, inspiran a otros simplemente por no rendirse.
Desde mi pequeño rincón del mundo, desde mis heladeras llenas de sueños congelados,
desde cada tácita que se llena con sabor y propósito, te invito a escribir esta historia conmigo.
Entonces, si al leer esto sentís que algo se encendió dentro tuyo, escribilo.
Decilo en voz alta. Comentá. Compartilo. Porque cuando una frase nace desde el alma, puede transformar vidas.
Decilo con fe: Yo lo lograré.