Proyecto Solidario

Mi Historia en la Heladería y un Nuevo Propósito

Mi Historia en la Heladería y un Nuevo Propósito

Un sueño que nació en la infancia

Desde muy joven, supe que mi pasión estaba en la heladería. A los 14 años,

en Argentina, comencé a aprender este oficio con el sueño de tener mi propio negocio. Con dedicación y esfuerzo,

en 1995 abrí mi primera heladería, Giardinetto, que rápidamente ganó reconocimiento por su calidad y sabor.

Cruzando fronteras y dejando huella

Con el tiempo, mi sueño me llevó aún más lejos. Crucé fronteras y llegué a Estados Unidos,

donde en 2007 fundé Gelato Grotto, una heladería que se convirtió en un referente de calidad y que,

a pesar de los años, sigue operando con éxito. Gracias a este crecimiento, tuve la oportunidad de trabajar con

Whole Foods Market, donde mis helados rompieron récords de ventas en su departamento de especialidades.

Más que helado: un propósito de vida

Sin embargo, después de décadas en la industria, comprendí que mi propósito iba más allá de vender helado. Quería crear algo con impacto social, una iniciativa que realmente transformara vidas.

Recuerdo un día especial en Gelato Grotto: organizamos un evento con un payaso que decoraba helados para los niños. Una niña recibió su helado decorado con mini conos y galletas en forma de flor, y su sonrisa lo decía todo. En ese momento, entendí que el helado es mucho más que un postre; es una herramienta para crear momentos inolvidables y llevar alegría a las personas.

Hacia un nuevo modelo de impacto social

Hoy, estoy construyendo un nuevo sueño: una fábrica de helados con impacto social, donde cada venta contribuirá directamente a ayudar a niños con cáncer a través del Hospital St. Jude. Quiero que cada cucharada de helado sea más que un postre; quiero que sea un vehículo de esperanza y apoyo.

Este proyecto no solo busca recaudar fondos, sino que está diseñado para ser sostenible y escalable. A medida que crezca, aumentará nuestra capacidad de ayudar a más niños y familias. Parte de nuestras ganancias se destinarán a un programa de donaciones, lo que permitirá expandir el alcance de nuestra contribución y convertirnos en un modelo de cómo la heladería puede ser un canal de impacto social.

Juntos podemos hacer la diferencia

Este proyecto no lo puedo hacer solo. Sé que la clave para lograrlo está en rodearme de empresas, personas y aliados que compartan la visión de usar el helado para algo más grande que nosotros.

Si eres parte de la industria de los postres, ingredientes, maquinaria o simplemente crees en el poder de un emprendimiento con propósito, quiero conectar contigo. 🚀

🔗 Estoy abierto a nuevas conexiones y oportunidades para hacer esto realidad. ¿Te sumas?